
Aunque la nueva distribución de los campos de entrenamiento resulta insuficiente  y complicada logramos tener  correctas practicas.
El martes unos nubarrones cargados de compromisos vitales de muchos de nuestros jugadores auguraban mal tiempo. Para el jueves la lluvia de jugadores no disponibles trajo tormenta. TodavÃa el sábado caÃan las ultimas gotas , cargadas de malas noticias. Se cambio la alineación dos veces en el calentamiento. Fuimos con lo justo y muchos de ellos sin la suficiente preparación. Arriesgamos mucho y nos encontramos con un Poble Nou que lucha por meterse en división de honor catalana .
Al centro del huracán llegaron 18 valientes.
Empezamos de a poco , con ataques directos y muchas fases, no lo hacÃamos mal  pese a que errores de manejo nos hacÃan perder la pelota  y tenÃamos que volver a empezar.
Perdimos varias oportunidades.
En defensa , subÃamos bien pero nuevamente algún error , en este caso de placaje ,nos costaba un ensayo en contra.
Ellos  aprovecharon cada oportunidad que tuvieron.
Competimos en los fijos y hasta llevamos la ventaja por momentos.
Nos estabilizamos en 12 – 12 y estábamos en la lucha cuando la suerte que es una dama que juega con los dados cargados , saco el doble uno y comenzamos a sufrir los vientos del huracán. Los ojos de la serpiente.
Las lesiones se dieron de dos en dos. Y todavÃa faltaba mas de un tiempo. Los nuestros lucharon pero terminamos jugando con doce. Gran esfuerzo y hasta intentamos darlo vuelta cuando se pusieron 22-12. Alguna vez he hablado de victorias caras. Esta fue una cara derrota. Vaya tsunami.
Y ahora con la clasificación sobre la mesa nos la jugamos contra un duro Quebrantahuesos , por lo menos en casa, espero que el sol traiga esta semana alguna buena noticia.
Por Camilo Hanglin