División Honor B. Hospitalet 20 – Sitges 29

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Las expectativas eran altas después de la jornada anterior, donde a pesar de las derrotas del A frente a La Vila y del B frente al Banyoles ambos equipos habían mostrado un buen juego que reafirmaba el crecimiento del grupo.
La semana de entrenamientos prometía; buena actitud, motivación y el campo que bien parecía tomado por un ejército dada la gran cantidad de jugadores.
El desafío del fin de semana estaba fotocopiado, A y B viajaban a Hospitalet para enfrentar a sus homónimos, y en ambos casos la victoria aparecía como el objetivo a conseguir, siendo conscientes de la dificultad que supone siempre jugar contra uno de los clubes históricos del rugby catalán.
SITGES: Alejandro, Gerard, Óscar, Tiago, Norbert, Nic, Ouail, Beteta, Facundo, Tomás, Bufa, James, Mateo, Mati, Malcolm. Furchi, Emiliano, Agustín, Valentín, Miguel, Óscar C.
Sorprendentemente el partido lo empezamos mal, sin intensidad defensiva, y a partir de ahí los problemas se acumulan para frenar los ataques del Hospitalet, que encuentra espacios tanto en balones de juego cerrado como abierto, y que domina también el lateral, donde nos mostramos imprecisos y descoordinados. Al paso por el minuto 20 habíamos sufrido dos ensayos y un golpe dejan el marcador en un 15 a 3 que hacía sonar las alarmas. La esperanza llegaba de la mano del ataque, que se mostraba incisivo y compensaba nuestra fragilidad defensiva. Un ensayo en el minuto 22 nos metía en el partido, 15 a 10, si bien nada cambiaba en nuestro juego defensivo, permisivo e indisciplinado. El guión no cambia y las consecuencias son lógicas; encajamos un nuevo ensayo y respondemos con otro justo antes del final de la primera parte, a la que se llega con un 20 a 15, un mal menor a la luz de nuestra mala primera mitad.
Agua, y un objetivo claro; recuperar el rigor defensivo, lo demás llegará por ende.
Y el inicio es fulgurante; el balón que recibimos de saque de centro se convierte en un ataque directo por el centro del campo que culminamos por el ala ante el desconcierto local, que por primera vez se ve por debajo en el marcador, 20 a 22. La defensa y la disciplina mejoran lo suficiente, y el Hospi ya no gana con facilidad líneas de ventaja. En ataque seguimos proponiendo y jugamos con más ritmo entre fases, si bien no conseguimos culminar nuestros ataques. El partido se atasca, sin un claro dominador, aunque ahora estamos más cómodos y seguros y mantenemos alejado de nuestra 22 al Hospitalet. Los minutos pasan y ambos equipos saben que cualquier error puede ser decisivo, a trece minutos del final una roja para un jugador sitgetano dibuja un final agónico. Defendemos varios laterales dentro de nuestra 22 con rigor y tomando buenas decisiones, a los locales les puede la ansiedad, y en ese escenario una intercepción sitgetana en la línea de tres cuartos culmina con una carrera hacia el ensayo que acerca la victoria más que nunca, 20 a 29 a 8 minutos del final. Controlamos el juego bastante bien a pesar de la inferioridad, y el final llega para júbilo de jugadores y afición, que en buen número nos acompañaba.
Felicidad, recompensa al trabajo y al esfuerzo.
El tercer tiempo es el mejor del mundo; ver cómo el B juega un buen partido y gana también al Hospitalet B, animado por el A.
Un buen día, pero cada mañana es un camino sin retorno. La semana que viene a entrenar más que nunca, el lunes empezamos otra vez de cero.
Gracias a toda la afición que estuvo en Hospitalet, es muy gratificante ver a tanta gente de Sitges en un desplazamiento, una motivación más.