División Honor B: Sitges 17 – Les Abelles 16

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Multitud martes y jueves, entrenando, lo más parecido al inicio de una manifestación; intensidad + competencia + motivación + buen rollo + sacrificio se coctelean para hacer de cada entrenamiento una pócima que día a día nos hace más fuertes. Lo saben, lo sienten. Crece la autoestima. La ilusión se instala en los corazones. Y esperan el siguiente entrenamiento, para dar una vuelta más al círculo virtuoso. Un grupo humano con ADN propio de Astérix y Obélix, especial.

Mediapro lo tenía también claro, y desplazó el Madrid –Barça a las 18:00 para no coincidir con nuestro Sitges- Les Abelles, un partido que terminamos de preparar con un entrenamiento extra el viernes. Sentíamos que podía ser el día, que estábamos preparados para competir por la victoria hasta el final, y nosotros no íbamos a escatimar ni una gota de sudor para ello.
Ya el sábado calor atípico, sofocante. Por ser, somos hasta impuntuales pero en positivo, la inmensa mayoría está antes de la hora reunida y riendo. Alguno llega tarde y alguno debe volver a casa a buscar el DNI, sencillamente porque la perfección no existe. Vestuario. Paz antes de la batalla.
SITGES: Furchi, Albert, Óscar, Norbert, Tiago, Nic, Nico, Cristian, Hernán, Tomás, Ander, James, Martì, Mati, Malcolm. Eze, Nico J., Ouail, Alberto H., Miguel, Mateo, Santiago.
Empezamos bien el match, defendemos solventemente y empujamos hacia campo abejorro. Solucionamos bien nuestros rucks y tomamos la iniciativa, sellada con un buen ensayo después de una patada rasa dentro de 22 que sorprende a una defensa adelantada sin cobertura, 5 a 0. Tras el susto, el equipo abejorro abre el librillo a aplicar; delantera poderosa en el pick and go y especialmente en el maul después de lateral, tres cuartos profundos y una buena ocupación espacial del terreno. El juego se iguala, y ellos reducen la desventaja con un golpe de castigo, 5 a 3. El ataque sitgetano es bueno en la construcción, pero no define en los metros finales y pierde opciones claras de ampliar la ventaja. Los visitantes justamente lo contrario, pisan 22 y despliegan una buena secuencia de fases que terminan rematando en el ala, una bonita marca que les pone arriba 5 a 8. Hasta el descanso un golpe para cada equipo en medio de un juego competido sin un claro dominador, 8 a 11.
Agua. Ideas. Y la convicción serena de que se puede, pero que nos va a exigir tener el corazón caliente, pero la cabeza fría.
El partido ya está instalado en una igualdad manifiesta, si bien los delanteros abejorros se muestran especialmente amenazadores con su juego y consiguen un nuevo ensayo, 8 a 16. Un momento crítico, que el equipo resuelve como no hizo la semana anterior; sufre, mantiene su identidad y espera su oportunidad. El público empuja, y poco a poco tomamos protagonismo en el partido. Los abejorros sufren y cometen infracciones para detener nuestros avances, que son castigados infaliblemente; 11 a 16, 14 a 16… la victoria está cerca, es una sensación compartida por equipo y afición. El equipo muestra madurez y persigue sin ansia el objetivo, que se pone a tiro; nueva infracción defensiva…y el francotirador que no perdona, 17 a 16 con apenas 9 minutos por jugar. Se hacen eternos, pero hasta la eternidad tiene fín, y lo alcanzamos con orden y sacrificio, solucionando desajustes especialmente en el lateral. 17 a 16 y la victoria se queda en Sitges, alegría enorme y un premio merecido para los jugadores.
Tercer tiempo cervecero, largo, muy largo, que se funde entre la tarde y la noche, apuesto hasta que con la madrugada. Llegó el equipo B, vuelve de Ripoll con una aplastante victoria y le pone la guinda a la tarde, el final feliz al cuento.
Vendrán días peores, pero disfrutemos de los que vivimos. Y que nos lleguen, pero que no los traigamos nosotros, sigamos haciendo del esfuerzo y la humildad el camino.
En nombre de todo el plantel sénior, Alberto, presi, va por ti, siempre.