No por mucho madrugar amanece más temprano, dicho popular bien comprobado por el Senior de nuestro Club este sábado.
A las 4.15 de la madrugada con el manto de la noche aun en el firmamento, los componentes de nuestro equipo fuimos llegando al club entre bostezos, mucho sueño y pocas palabras.
Oscar, Xavi, Antonio, Pere-David, Armand, Cristian, Toro, Rata, Marti, Ander, James Otto, Malcom, Pope Mati, Furchi, Diego, Galo, Stacy, Pako y Jaume (TrÃpode).
Llenamos los coches y la caravana voló directo al Prat donde ya nos esperaban Ãlvaro y Santi para completar la comitiva hacia el campo de batalla Insular.
En un fugaz sube y baja del avión que no nos permitió ni dar una cabezada estábamos en las calles de Ibiza, 8,30 de la mañana casi todo cerrado, buscando una cafeterÃa donde desayunar.
Ya con el estómago lleno, siguiendo el programa previsto, nos fuimos paseando hasta el campo de Cam Misses.
Con horas por delante aprovechamos el hermoso dÃa para descansar tranquilamente bajo el sol Insular. Un relax muy relativo porque todo el equipo ya tenÃa en mente la especial trascendencia de este partido.
Llegó la hora de la verdad y los diecinueve convocados saltamos al terreno de juego mentalizados de que serÃa un auténtico campo de batalla.
Primeros lances y como un jarrón de agua frÃa, nos cayó encima el ensayo del número 6 del Ibiza, nos agarró durmiendo. La reacción fue inmediata;
Con calma ante lo sucedido, el partido fue adquiriendo nuestros colores paulatinamente. Un mayor tiempo de posesión del balón. Un juego con dominio territorial en el lado del equipo contrario. Una dura delantera que no cedió en las fases estáticas del juego con un altÃsimo porcentaje de melés y de touches ganadas, tanto en defensa como en ataque. La ayuda de un equipo contrario que hizo mucho penales y se preocupó más de intentar desequilibrar el partido con agresividad y violencia injustificadas en lugar de con Rugby. Y sobretodo nuestra serenidad para no caer en su trampa y devolver cada uno de sus golpes sumando más puntos y dominando la situación con aplomo, humildad y muchÃsimo esfuerzo.
Para rematar, un Malcom implacable con su efectividad transformadora (7 de 8 patadas) y un rápido Otto con un afortunado ensayo, dejaron el marcador en un 10 – 25 que nos sabe a gloria después de tanto esfuerzo y sufrimiento.
Al final, la batalla la ganó el espÃritu de equipo, el esfuerzo, la disciplina, la humildad y el respeto. Al final ganó el Rugby.
Seguiremos trabajando para mejorar y nos enfrentaremos a nuestro próximo rival con más fuerza que nunca.
¡Visca el Rugby Club Sitges!
Pere David Planasdemunt
Bentornat a Itaca
que grandes que sois chicos!
Gracias Pere, gran crónica!!!
Felicidades a todos por la victoria y por ese espiritu de equipo unido.