DHB: La Vila 82 – Sitges 0

No todos los cuentos tienen finales felices, ni siempre David vence al Goliath de turno. Nuestro fin de semana queríamos enmarcarlo en una de esos cuentos de final inesperado y feliz para el débil, en una de esas historias tan americanas donde un pequeño y humilde equipo sale victorioso frente al todopoderoso equipo local… somos un equipo de corazón más que de cerebro, de soñadores ilusionados que persiguen utopías como buenos niños… enfrentábamos a La Vila, equipo que hace pocos años estaba jugando la competición europea como campeón de la liga española, y nos hacía ilusión. Y creíamos en jugar y luchar un buen partido, en incomodarlos, inquietarlos y, bueno, ¿por qué no protagonizar una de esas campañas publicitarias de Adidas del “imposible is nothing”? Soñar es gratis.

Partíamos de Sitges a las 14:00 del sábado, siete horas de viaje en autocar y noche en el Campello. Nos despide el Bola a pie de campo, conduce el equivocadamente llamado por todos Pacheco, que resulta que en realidad se llama Paco, primera gota de una realidad en la que que poco a poco se irían ahogando nuestros sueños. ElanteriormentellamadoPacheco sigue siendo llamado Pacheco, y después de soltarle a Kevan una perolata de tres pares tenemos que frenarlo explicándole que Kevan no entiende nada, y que le está poniendo buena cara por educación…¿quién dijo que la comunicación es universal? Ya con Pacheco conduciendo en modo silencio, avanzamos hacia El Campello, donde llegamos pasadas las 20:00 para tomar el Hotel Jorge I. El reparto de habitaciones alimenta incógnitas; ¿Antonio se comerá a Malcolm? ¿Sobrevivirá Marc a los ronquidos de Jaume? La mañana dirá…
Cenamos pasta y pollo rematando con fruta variada. Con la noche caída, salimos para estirar las piernas antes de dormir. Sopla fuerte Eolo, del que nos resguardamos en la terraza de “El calamar risueño”, garito local a pie de playa, donde está tocando en vivo y en directo “Superhits”, que con nosotros bate su récord de asistencia. Breve el goce, doblemente bueno dicen, y de vuelta al hotel.
Mientras los All Blacks se convierten en una pesadilla para los argentinos, dormimos soñando con nuestro final feliz.
9:00, domingo: desayunamos sabiendo que Marc ha sobrevivido a los ronquidos de Jaume, si bien necesitó ponerse unos cascos, y también que Antonio no se ha comido a Malcolm, que ha podido resistir pero que hace temblar el buffet del desayuno. La mañana también descubre a Óscar y Furchi, que han llegado de madrugada en coche. Santi durmió poco, una pareja apasionada indisumalada y tremendamente resistente ha tenido la culpa…pura pasión.
9:30: charla técnica.
10:15: abandonamos el Jorge I, dirección El pántano, campo de juego de los vileros propio de la Pro 2.
10:45: entramos al vestuario, iniciamos rituales, “carpe diem”.
11:15:salimos a calentar, poco público pero entre ellos dos gratas sorpresas, Graciela y Josep. Ligera lluvia, muy real.
12:00: suena el silbato, vuela el oval, ha dejado de llover pero empieza el diluvio de realidad que desvanece nuestro sueño. La Vila se muestra muy fuerte, domina abrumadoramente las fases estáticas y monopoliza el oval, rompiendo una y otra vez la defensa sitgetana, que sufre el aluvión impotente aunque sin bajar la cabeza. Los tres cuartos vileros remata el buen trabajo de sus delanteros, y utilizando especialmente los apoyos internos suman pronto el bonus ofensivo y dejan el marcador en un 42 a 0 al descanso. Inapelable.
Agua. Reset.
La segunda parte no cambia demasiado, si bien el Sitges mejora sus prestaciones defensivas y hace trabajar mucho más a los locales, que no bajan sus prestaciones y persiguen una victoria lo más amplia posible. El Sitges da la cara, lucha cada balón y no renuncia a jugar en cualquier zona del campo, hasta el minuto final. Al terminar el partido, 82 a 0, el público local premia a los locales por su buen juego y reconoce el esfuerzo y el tesón del Sitges, que a pesar de lo abultado del marcador se va con el respeto del rival.
Nada que reprochar a los jugadores, que lo han dado todo. Mucho trabajo por delante, y un nuevo desafío en el horizonte, nos vemos en Sitges con muchas ganas para reducir la diferencia que hoy hubo sobre el césped.
Cuento sin final feliz, al menos para el débil, hoy Goliath aplastó a David.
Tercer tiempo restaurante; macarrones con atún.
15:00: ElanteriormentellamadoPacheco,yquesiguesiendollamadoPacheco circula hacia Sitges. En el bus se diluye rápidamente la derrota, y puede que algo (mucho) tenga que ver la cerveza… Kevan canta micro en mano un repertorio delicado y no siempre comprendido, se adjudica el lavado de camisetas a Miguel por aclamación popular y un tanga infumable sirve de bautizo para los que hoy han debutado, pasarela por el bus y chaparrón de caricias…todo muy sutil e intelectual. Es lo que tiene que la cerveza vaya tomando protagonismo. Las gasolineras son un imán inevitable y dejan algunas de las últimas anécdotas:
Jugador con bolsa de patatas en mano pregunta a la dependienta:
– ¿Esto engorda?
РNo, lo que engorda eres t̼.
Real como la vida misma.
Gracias al árbitro y a La Vila, por estar ahí y hacernos aprender.
Gracias a Jaume, por acompañarnos e inmortalizar nuestros sueños.
Enhorabuena a los debutantes hoy; Julià, Norbert, Dani, José Ignacio y Miguel.
Nos vemos entrenando, qué mejor lugar.
SITGES: Furchi, Alberto H., Óscar, Héctor, Antonio, Nic, Tiago, Albert, Eze, Martí, Alberto M., James, Ander, Nico s., Malcolm, Dani, Miguel, José Ignacio, Nico J., Ferrán, Julià,Luis Geis.