S̩nior, Primera Nacional: Sitges 6 РF̩nix 15

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El fin de semana había anunciado aguacero y poco a poco al agua fue tomando el protagonismo que se le presumía y así, ya el viernes a última hora chispeó para el sábado llover con aburrida insistencia. Amaneció algo más relajado el domingo, permitiendo al sénior B lucirse y vencer al ARPN B. Llegábamos puntuales casi todos y entrábamos al vestuario, mientras el cielo iba tomando un aspecto que no hacía falta ser la pitonisa Lola para ver que aquello acabaría mal…
Sobre el césped embarrado nos enfrentábamos al Fénix zaragozano, equipo en progresión que llegaba después de dos victorias consecutivas, y ante el que aspirábamos a enterrar nuestra derrota en Mallorca y seguir con la buena dinámica de resultados.
SITGES: Furchi, Óscar, Xavi, Josep, Pere, Alberto, Albert, Stephane, Pablo. Martí, Luis, Ander, James, Oto, Malcolm. También jugaron Ferrán, Ramiro, Eze y Néstor.
Aún sin lluvia, arranca el match y nos instalamos en campo contrario, son unos primeros minutos donde conseguimos darle cierta continuidad al juego y crearle problemas a un Fénix que no puede sacudirse el dominio local, si bien defiende con orden. Son veinte minutos que se saldan con un 3 a 0 para el Sitges merced a un golpe de castigo. El campo está muy pesado y la aparición de la lluvia condiciona aún más la propuesta de juego de los locales, que empiezan a verse dominados territorialmente por el Fénix, que crece en el partido cual planta regada por la lluvia. El Sitges no pasa grandes apuros para frenar a los visitantes, aunque ya apenas pasa de mediocampo debido a numerosas imprecisiones a la hora de manejar el oval, fruto de una lluvia cada vez más insistente que incluso arrincona al público bajo el toldo del bar.
3 a 0 al descanso, y la lluvia que vino para quedarse. Hablamos de la necesidad de llevar el juego a campo contrario.
La segunda mitad empieza de la peor manera posible, después de una buena patada cruzada que casi nos lleva a su 22, una presión colectiva deficiente provoca una cadena de fallos de placaje que nos deja un ensayo en el marcador y una herida abierta en nuestra autoestima. De forma antinatural dadas las condiciones, conseguimos enlazar algunas fases para ganar metros y provocar un nuevo golpe que nos vuelve a adelantar en el marcador, 6 a 5. Un espejismo, pues la lluvia y el barro ya han convertido el oval en una pastilla de jabón que no sabemos utilizar ni con las manos ni con los pies. El Fénix muestra sus cartas abiertamente, sus fases buscan una y otra vez el juego cerca del ruck, sus delanteros son protagonistas absolutos y monopolizan el juego, dominan la melé con un pack que nos debe sacar más de 100 kilos y atacan a base de maul desde el lateral. Nerviosos e impotentes, empezamos a cometer demasiadas infracciones que culminan con un ensayo de castigo después de una melé, 6 a 12. Sufrimos dos expulsiones por hundir sendos mauls, sangra la herida bajo la lluvia. El guión no cambia hasta el final, por nuestra parte un querer y no poder, por la suya el poder de los que saben que pueden en un escenario que les sonríe abiertamente. Un golpe de castigo fruto de una infracción más termina sentenciando el match, 6 a 15 para los visitantes.
Pasillo y aplausos para el público que hoy sobrevive bajo el toldo del bar, llueve, y el vestuario cobija a unos jugadores que han luchado hasta el final por cambiar su suerte, a la que hoy parecían haberle puesto dos velas negras.
Tercer tiempo a cubierto bajo el toldo del bar, abarrotado como un vagón de metro en hora punta, llueve que te llueve, se mojan las butifarras, los maños sonríen y celebran, nosotros según cada cual, normal.
Enhorabuena al Fénix y gracias a todos los que habéis venido al campo un día como hoy.
Martes y jueves entrenamiento, llueva o no, nieve o no.