El pasado fin de semana se celebraba el torneo de Copa de la Federación catalana, y el lugar de concentración era el parking del club a las 8.30h de la mañana. Un cuarto de hora más tarde, faltando todavÃa 3 jugadores que llevaban el teléfono desconectado, decidimos que no podÃamos esperar más y nos lanzamos a la aventura. Tres féminas y ocho varones con la obligación de mantener al menos a 2 chicas en el campo para 6 jugadores en total, asà que ¡Ãbamos justos de chicas!
Para comenzar el torneo éramos Mona, Inma, Rita, Alberto, MartÃn, Yuji, Javi, Yann, Thomas, Diego y Jaime.
El torneo comenzó con cierto retraso, en una liguilla de todos contra todos en partidos de una sola parte de 15 minutos. Debutamos en el tercer partido de la jornada contra TRB, pero comenzó mal. A pesar de pisar el campo con ganas, no identificábamos la lÃnea de marca de nuestra defensa, y como ya nos ha pasado en otros partidos de la temporada, retrocedÃamos tanto que en apenas un par de minutos nos habÃan metido dos marcas. El partido se nos puso cuesta arriba y 15 minutos después de comenzar habÃamos perdido por 7-2.
El campeonato era largo, asà que tenÃamos todas las opciones abiertas y podÃa quedarse en una mera anécdota. El segundo partido fue contra el BUC, con quien hemos tenido reñidas batallas durante la temporada, por lo que sabÃamos que era un buen ensayo para contrastar nuestro nivel. El partido fue muy tenso, y el empate 2 final nos daba el primer punto. La tabla donde iban sumando los puntos de los partidos nos dejaba retrasados pero la mejora habÃa sido sustancial.
Y he aquà que finalmente nos llegaron dos refuerzos importantes. Rosana nos permitÃa mayor recuperación del esfuerzo que realizaban las chicas, y Pablo suponÃa un buen pulmón para aguantar durante toda la jornada.
Y con las nuevas incorporaciones llegamos al tercer partido, donde jugábamos contra el BER. El partido fue muy disputado, y a falta de apenas dos minutos, tras ir por delante en el marcador, nos consiguieron empatar el partido. Un empate doloroso tras una batalla gloriosa, pero ahà estaba Pablo, que se iba a erigir en nuestro héroe. Plantó el balón en el centro, sacó de tap ball y salió como una flecha. Se marcó un par de fintas y se fue escorando a la izquierda sin que el más bendito de los contrarios consiguiera tocarlo. Y ahà estábamos todos desde la banda jaleando el jugadón que se acababa de marcar para conseguir el 5-4 y con ello la victoria final. Esa victoria nos acercaba a luchar por el tercer puesto, asà que hicimos el corro final con el convencimiento de que habÃamos encontrado el camino, y a Pablo. En la jugada tonta del partido, poco antes del final, Yann se plantó en la zona de marca con el balón controlado, pero temeroso de que fuera a chocar con un contrario se lanzó al suelo con tan mala pata que perdió el balón y se lesionó el hombro en una mala caÃda. SeguirÃa en el torneo con todo el Ãmpetu pero al dÃa siguiente, una vez visitó al médico, el parte fue “esguince acromioclavicular†y 3 semanas del brazo en cabestrillo. Seguro que está contento, porque asà podrá fardar con sus amigos de sus heridas de guerra practicando su deporte favorito.
Pero el torneo seguÃa y nos tocaba el UT que habÃa perdido todos sus encuentros. Nuestra moral ya estaba forjada, asà que fuimos demasiado Sitges y ganamos con claridad, pudiendo además recuperar fuerzas los que más lo necesitaban. Sobre todo Pablo, a quien la celebración de su cumpleaños el dÃa anterior le habÃa dejado algo out.
Y asà llegábamos al último partido de la liguilla clasificatoria, el más importante hasta el momento. Si ganábamos jugábamos la final, y si empatábamos… Si empatábamos debÃamos comparar las marcas con otro equipo. No podÃamos pensar en el empate. Nos cogimos de nuevo en corro tras los palos de ensayo, nos convencimos que debÃamos ir a por la victoria y nos pusimos a trabajar. El contrario era el equipo de SC-Cornellá, vigente campeón de liga -un verdadero hueso-, que si ganaba también pasaba a la final. Pero estábamos jugando bien, luchando con garra, defendiendo hasta el instante antes de ensayar. Y nos pusimos 1-0. Pero consiguieron empatar e incluso adelantarse. El partido era muy reñido y fuimos de un empate a otro, y a otro y a otro hasta marcar el 4-4 que acabarÃa siendo el resultado definitivo.
Nuestro competidor para pasar a la final era el BER, quien tenÃa 10 marcas, pero nosotros tenÃamos 17 asà que ¡la final era nuestra! Estábamos emocionados como nunca antes, aunque el contrario era el TRB ¡que en el primer partido habÃa conseguido plantárnosla hasta 7 veces!
La final se jugaba en dos partes de 12 minutos, y aunque el cansancio se notaba, fue una buena decisión.
Salimos a competir tensos pero satisfechos, con ganas. Al iniciar el torneo poco podÃamos pensar que jugarÃamos la final. Ellos eran más jóvenes, más rápidos, pero no más guapos. Los guapos éramos nosotros con nuestra cara de satisfacción. Ellos habÃan trabajado jugadas de estrategia: “¡Batman!â€, “¡Va inn dreta dreta!â€, y otras. Pero nosotros tenÃamos fortaleza, y con un gran esfuerzo, sabiendo que habÃamos alcanzado el cénit de nuestro nivel, llegamos a la media parte con un combativo empate a 2. Ellos no se lo creÃan, quizás pensaban que iban a vivir un nuevo paseo militar, pero nosotros volvÃamos a encontrarnos en el corro como en una nube. Javi, ejerciendo de capitán, nos hablaba con una sonrisa, estábamos haciendo lo impensable. Lo más parecido a lo que las palabras no dijeron era “salid y disfrutad, que ocasiones asà hay que degustarlas de forma conscienteâ€. Del 2-2 pasamos al 3-3 y de ahà al 4-4. La tensión era gigantesca, tanto en el campo como en el lateral. Apenas unos minutos para que se acabara el torneo y aquel equipo de jóvenes no podÃa con la sorpresa del campeonato. Y asÃ, apurando hasta el final, consiguieron enarbolar una jugada que a la postre les darÃa el campeonato por un ajustado y muy luchado ensayo de diferencia.
HabÃamos salido derrotados en el marcador, pero con un nivel de satisfacción como nunca antes durante la temporada habÃamos podido vivir. Nos entregaron una copa que nos grabamos con fuego en el cerebro y nos volvimos a casa con el pabellón en la cima del mundo.