Sub18: UE Santboiana 51-RC Sitges 14.

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Cuando hace cinco temporadas Pedro y yo empezamos a entrenar a las diferentes categorías inferiores de nuestro club, nos planteamos el reto de escribir una crónica de cada partido. El sábado mientras hablábamos sobre quien escribía la crónica se nos acerco Eric Bacardi y nos solicito permiso para escribir su primera crónica, parece que algo hemos conseguido en los más jóvenes, hemos despertado el espíritu escritor. Os transcribo sin trampa ni cartón la crónica del partido del sábado redactada por el señor Eric Bacardi, enhorabuena Eric.

Nos movilizamos hacia Sant Boi con diecinueve jugadores del cadete (tres de ellos lesionados) junto con cuatro juveniles. Llegamos sin problemas mientras empieza el partido entre la UE Santboiana y el RC L’Hospitalet de categoría infantil. Observamos como el ataque “santboiano”, constante y ordenado, va ganando metros y metros a la defensa del L’Hospitalet, nos hacemos una idea sobre la “santboiana”, va pisando fuerte.
Entramos al vestuario de forma ordenada, los jugadores se van cambiando mientras piensan sobre lo que tiene que hacer cada uno, una vez suene el silbato: los postes, la “flotación”, la defensa, los canales.
Empieza el calentamiento y los jugadores parecen estar muy motivados y se respira ganas de ganar el partido, calientan duro y fuerte.

Empieza la alienación con: 1.-Paul, 2.-Conner, 3.-Ferran, 4.-Ollie, 5.-Antonio,             6.-Ruben, 7.-Nic, 8.-Norbert, 9.-Nil, 10.-Aris, 11.-Gonzalo, 12.-Dani, 13.-Sergi,        14.-Jacobo, 15.- Miguel y 16.- Gabriel.
Suena el silbato, empieza la primera parte. Recibimos una pelota que nos causa problemas, ya que su defensa sube a presionar de forma ordenada, atacamos pero no da resultado, no estamos jugando a nuestro juego, perdemos un “ruck” que nos pilla desprevenidos y ensayo de la “santboiana”. No perdemos la moral, vamos a intentarlo de nuevo pero no acabamos de estar cómodos en el campo. En el ataque fallamos pases, faltan apoyos, entramos a chocar y no a jugar rápido, la “touch” esta desconcentrada, en la defensa falta la comunicación, los placajes, la organización de los agrupamientos (postes y axial), esto nos cuesta caro con el dominio de la “santboiana” sobre nuestro equipo en la primera parte.
Media parte, meditamos sobre lo que estamos haciendo mal, y simplemente es que estamos jugando a su juego y no al nuestro, nos pedimos a todos un poco mas de calma y sangre fría que poco a poco llegará, empieza la segunda parte con el cambio de Gabriel por Sergi, ajustamos las posiciones, Aris pasa de medio mele, Nil de apertura, Norbert de centro y Antonio de tercera.
Comienza la segunda parte. Parece ser que nuestros jugadores empiezan a despertarse. Hacemos placajes más duros, nos comunicamos mas entre nosotros, alguna jugada se queda cerca de marca, pero un fallo en la defensa nos cuesta con otro ensayo de la “santboiana”, intentamos no desmoronarnos, pero bajamos el rendimiento ante un ataque continuo del contrario igual de duro que en el principio, de golpe nuestros jugadores parecen despertarse, en la defensa suben a presionar todos juntos y ahogan al ataque, su apertura (el causante de nuestros males) recibe placajes duros que le hacen tener respeto a nuestros jugadores y no se arriesga tanto, varias de nuestras jugadas terminan en casi ensayo, solo falta un poco más.
Quedan diez minutos para el final del partido, nuestro ataque no para de chocar contra su defensa duramente, y nuestros hombros contra sus piernas, estamos jugando a nuestro juego, estamos empezando a controlar el partido, nos hacen un golpe, sacamos rápido, ellos no están a diez metros, el árbitro pita diez metros mas y así continuamente, intentan hacernos perder tiempo, pero mantenemos la cabeza fría, estamos a menos de un metro de su marca, empiezan los diez minutos más duros del partido, nuestro ataque percute continuamente su defensa intentando buscar el ensayo, entramos con pilares, por el abierto, el cerrado, pero no llega, un fallo nuestro nos hace retroceder varios metros pero no tiramos la toalla, volvemos a empezar y tras varios intentos el esfuerzo llego a su fruto, hacemos ensayo.
Quedan cinco minutos, hacemos una jugada donde hay varios apoyos, entramos, pasamos, entramos, pasamos, y un error de su defensa nos da otro ensayo, fin del partido.

Nuestros jugadores saben en que han fallado (como la comunicación, organización, etc.), no hay más que decir, nos han ganado por fallos tontos, no porque sean superiores, por lo que A ENTRENAR TODOS esta semana y a darlo todo.

Gracias a los que han venido a vernos y a darnos su apoyo (juveniles, padres, etc.)
y sobre todo al WATERBOY (Erik Bacardi) y sus secuaces.

LARGA VIDA AL RUGBY SITGES